Pedro Murillo
¿Cree que los medios ocasionalmente publican información de dudosa fiabilidad porque refuerza su línea editorial?
Por desgracia sí. Pero no es una práctica habitual ni general. Vivimos en una época fascinante en todos los ámbitos. En el caso de la comunicación y, especialmente en nuestro gremio, nos enfrentamos ante un cambio de paradigma absoluto. Resulta cuanto menos paradójico que en la edad de oro de la información, en donde los datos fluyen a la velocidad de un clic seamos pasto de las denominadas Fake News. Algunos medios, que ya digo, no son representativos, sí están utilizando de forma torticera la información o más bien desinformando. Eso ya estaba inventado hace tiempo y se llama propaganda.
¿Qué opinión tiene sobre las acusaciones cruzadas de propagar bulos de los principales partidos políticos de este país?
En esta coyuntura de crisis en donde la información, nunca mejor dicho es vital, los partidos políticos siguen la estela. La manipulación, el bulo y la propaganda. No digo que esto afecte a todo el arco político, pero sí en algunos casos como puede ser la ultraderecha con partidos como Vox. Otra cosa, es la poca altura moral y la falta de altura que tienen los políticos ante situaciones inéditas y extremas como las que estamos viviendo con la crisis del Covid- 19.
¿Cuál es el papel del periodismo en estos casos?
Me resisto a creer que no podamos hacer nada desde nuestro ámbito. Creo que, a pesar de todo, seguimos cumpliendo una función social indispensable. Debemos afrontar ese cambio de paradigma al que he hecho alusión antes con una firme postura. Si la enfermedad, la propaganda, la desinformación, la conocemos desde los años 30 del siglo XX, la cura también no es conocida. No es otra que hacer periodismo. Aplicar las reglas de nuestra profesión: contrastar, ir a las fuentes y buscar la verdad.
¿De qué manera combatiría la proliferación de bulos en redes sociales?
Es una pregunta que tiene difícil respuesta. Creo que la desinformación, al igual que los recortes económicos son homicidas. Los bulos han motivado genocidios. Creo que se debe de afrontar desde una óptica jurídica estableciendo límites sin dañar los derechos a la libertad de expresión e información y, por otra parte, hay que incidir en la educación de la ciudadanía. Una sociedad crítica no es permeable a los bulos.
