Jaime Pérez Llombet
- ¿Qué opinas de la plaga de pseudoperiodistas que hay en redes sociales?
Creo que ahora más que nunca somos necesarios los periodistas, profesionales capaces de generar, ordenar e interpretar los datos, tareas que los espontáneos o pseudoperiodistas no pueden ni en ningún caso deben acometer. El problema no es realmente que cualquiera publique o cuelgue cualquier cosa de cualquier manera. El problema principal, a mi juicio, que es que hay gente que consume esas publicaciones, que en ningún caso debemos catalogar como informaciones. Lo diré de otra forma. El problema no es el tabaco, sino que se consuma. Si no se consumirán masivamente no habría desinformantes reptando por las redes.
- ¿Qué papel juegan los datos y la verificación de la información a la hora de combatir las fake news?
La obligación de manejar datos sólidos, firmes, y fiables, y el compromiso de verificar antes de
lanzar no es nuevo, o al menos no debería entenderse como un factor sobrevenido. Muy al
contrario, son consustanciales al periodismo. Cosa diferente es que ahora la situación, esta jungla de
espontáneos, obliga a multiplicar y de qué manera las cautelas, los filtros y el chequeo de lo que
asoma a la luz.
- ¿Se debe castigar de alguna manera al periodista que emita una noticia sin contrastar sus
fuentes?
Se debe regular y debe hacerse, además, con criterios tan claros como efectivos, y para que el código de buenas conductas o buenos hábitos funcione es necesario ir por delante y no por detrás de los acontecimientos, de un entorno cambiante. Las redes cambian constantemente, son un cuerpo vivo, mutante, y esa circunstancia obliga a una actualización o adaptación constante de las herramientas legales o deontológicas.
- ¿Crees que los medios de comunicación deben seguir una metodología más pautada a la hora
de verificar la información?
Más pautada, más compartida y más aceptaba no solo por los profesionales que generan los contenidos sino por la audiencia, por quienes buscan y consumen información. No basta con tener reglas del juego, deben conocerse y que todas las partes, periodistas y consumidores, crean en ellas, las defiendan como se defienden las convicciones en otros ámbitos de la vida o del trabajo.
- ¿Crees que la proliferación de fake news en las RRSS está haciendo que la gente vuelva a
confiar en los medios de comunicación tradicionales para verificar la información?
Todo depende de la madurez de la sociedad y particularmente de quienes buscan información. Las redes son un fenómeno reciente en perspectiva histórica, hay generaciones que están todavía aprendiendo a convivir con ellas. Todo esto conlleva que no está suficientemente desarrollada ni consolidada un cultura que enmarque nuestra relación con las redes. Dicho esto, los medios tradicionales también deben extremar las precauciones para no incurrir en fakes, porque la baza con la que contamos los periodistas, y los medios, es la generación de confianza, nuestra credibilidad es todo lo que tenemos, si dejamos de ser fiables porque nos metemos goles en propia puerta, con noticias insuficientemente contrastadas, el problema seremos nosotros y no los espontáneos.
Aunque sea mal recibido cuando lo digo, instalados como estamos en el siglo de la velocidad, soy partidario de llegar el segundo o el tercero pero con la tranquilidad de llegar bien, con la noticia contrastada. Las primicias no deben empujarnos a correr y salirnos en la curva.
- ¿De qué manera cree que se puede frenar la propagación de bulos en RRSS?
Con educación. Educando a consumir información en las redes, logrando que los usuarios aprendan a detectar falsedades. Como en tantas cosas, es la madurez, como lectores, oyentes, espectadores o
buceadores de redes, lo que finalmente nos evitará que nos metan un gol.
