Óscar Herrera
1- ¿Qué influencia tienen las RRSS en la Opinión Pública?
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Mucho más de lo que sería deseable. Entiendo las redes sociales como un instrumento magnífico y complementario a la profesión periodística, pero también como un lugar donde ejercer tu derecho a la libertad de expresión sin menoscabo de debatir sobre ideas o datos. Es ahí donde entra el enorme ecosistema que existe en las redes y donde abunda la intolerancia, el odio y el “si no estás conmigo estás contra mí”. Por otra parte hay corrientes interesadas que crean estados de opinión con suma facilidad. De ahí la importancia de saber cribar lo que te llega y por supuesto, estar informado sin que eso suponga alejarte de tu pensamiento y comprar lo primero que leas.
2- ¿Qué papel juegan los datos y la verificación de la información a la hora de combatir las fake news?
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Es algo que debería ser inherente a la profesión, pero que en estos tiempos choca frontalmente con la precariedad y la escasez de recursos para poder realizarlo. Éticamente tenemos que priorizar ofrecer información contrastada y verificada, sin embargo veo que esto cada vez se hace menos. Tampoco ayuda la cantidad ingente de todo tipo de información que escupen cada minuto las redes sociales. Antes de la aparición y proliferación de las redes, escuchabas la radio o leías un periódico y tenías la certeza de que lo que leías o escuchabas era veraz y no lo ponías en duda. La credibilidad debe ser el principal patrimonio de un periodista y lamentablemente cada vez veo que se olvida más esa máxima de este oficio. Luego está el consumidor de información, al que le llegan fakes news y pese a que sean posteriormente desmentidas sigue pensando que algo de verdad había en aquello que se confirmó falso. Eso es lo peor, que muchas veces acaban sembrando semilla los que propagan noticias o datos falsos.
3- ¿Crees qué los medios de comunicación deben seguir una metodología más pautada a la hora de verificar la información?
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Desde luego que sí. Pero debería ser con algo que hoy no hay: tiempo. El buen uso del periodismo requiere tiempo, estudio pormenorizado de los datos que una o varias fuentes te estén ofreciendo y el contraste de las mismas. Apenas hay tiempo para hacer una llamada de teléfono, imagina el poder hacer periodismo de campo, ir a buscar más datos que corroboren la información que manejas. Se deben seguir unos criterios que conjuguen inmediatez con veracidad y eso es tan difícil como hacer equilibrismo sin red.
4- ¿Por qué crees que está tan dañada la imagen de los periodistas?
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En parte nos lo hemos ganado. Esta profesión es maravillosa pero está muy prostituida y existen demasiados buitres que bailan al son de intereses de terceros. O que no son capaces de no jugar en la Liga de los medios afines. Afines a lo que sea, pero afines a cualquier cosa que sea capaz de alejar la realidad o transformarla llegado el caso. Ahí volvemos a lo que antes expliqué, la capacidad de filtro que debe tener el ciudadano para saber de qué pie cojea cada medio. No obstante hay mucha gente feliz con la información sesgada y partidista porque es lo que quieren leer o escuchar y los medios y el poder se retroalimentan de eso. Afortunadamente hay una estirpe de periodismo que huye de eso, pero nos lo ponen cada día más difícil. Seré un idealista, pero creo que las futuras generaciones de periodistas vendrán más limpias. Aunque muchas empresas periodísticas se nutren de almas libres, algunas caen pero siempre quedarán periodistas que dignifiquen la profesión.
5- ¿Qué opinión tienes acerca del periodismo ciudadano? (El que apela al morbo o al populismo, como el que hace cierto personaje de la isla)
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Que tienen su público, pero al final todo cae por su propio peso.
